Actualmente solo un 11 % de las explotaciones agrarias de la Unión Europea están a cargo de personas menores de 40 años. Se calcula, además, que Catalunya ha perdido 5.000 agricultores en los últimos 10 años.
El envejecimiento y la despoblación no son los únicos retos a los que se enfrenta el mundo rural hoy en día; los agricultores también tienen que luchar contra los efectos del cambio climático, la crisis energética actual y la escasez de profesionales del sector.
No obstante, el sector agrario es clave para garantizar la autonomía alimentaria de la UE y tiene un papel importante a la hora de alcanzar el reto de convertirnos en el primer continente climáticamente neutro en 2050 puesto que los cultivos pueden capturar carbono de la atmósfera y los suelos gestionados adecuadamente permiten almacenarlo.
Por ello, la UE está comprometida con ayudar a la próxima generación de agricultores europeos y lo hace mediante subvenciones para la puesta en marcha de proyectos, programas de formación y ayudas a la renta.
En Catalunya y en las Illes Balears hay jóvenes agricultores que están llevando a cabo proyectos muy interesantes relacionados con la sostenibilidad, el cultivo ecológico, el relevo generacional, la recuperación de semillas y la digitalización del campo, entre otras cuestiones, que pueden servir de inspiración para muchos jóvenes que deseen dedicarse al mundo rural.