La Barnahus de Tarragona es un centro pionero en el sur de Europa que tiene un doble objetivo: detectar casos de abuso sexual infantil y acompañar a las víctimas. Toda la atención se realiza en el mismo espacio, que adopta la apariencia de un hogar para que los niños puedan reconocerlo como un entorno seguro. Así se evita también que tengan que recorrer las distintas instancias que intervienen en estos casos (juzgado, comisaría, hospital, servicios de infancia, etc.), siguiendo el modelo nórdico de las barnahus o «casas de los niños» en islandés.