Cortamos los huesos de cabrito en trocitos pequeños y los doramos en una sartén con aceite.
En la misma sartén doramos bien las cebollas y los ajos y después añadimos los tomates y los granos de pimienta y lo cocemos.
A continuación, echamos el vino y dejamos que se evapore el alcohol.
Añadimos 4 l de agua, 10 g de perejil y el verde de puerro y cocemos a fuego suave durante 3 horas.
Lo colamos, lo dejamos enfriar y retiramos la grasa del caldo.
Lo hervimos hasta que reduzca y obtengamos una salsa oscura y atada.