Para hacer el huevo esferificado necesitamos un baño de alginato, crema de queso manchego y una yema de huevo fresco.
Baño de alginato
Mezclamos el alginato con 3 litros de agua y lo trituramos todo.
Lo colamos y lo dejamos 12 horas en la nevera para que pierda todo el aire.
Crema de manchego
Ponemos 275 ml de agua y el queso manchego al fuego y lo hervimos 2 minutos vigilando que no se pegue. Lo tapamos y lo dejamos infusionar por lo menos 15 minutos.
Lo colamos, añadimos la xantana y el glucolactato y lo trituramos.
Extraemos el aire con una máquina del vacío para que la mezcla se pueda sumergir en el baño de alginato.
Cogemos una cuchara grande, la llenamos hasta la mitad de crema de manchego, ponemos una yema (sin nada de clara), la tapamos con más crema de manchego e introducimos la cuchara de golpe en el baño de alginato durante un minuto.
Reservamos la esferificación en aceite y a la hora de servir la calentamos a 62 °C.